Debido a esto es importante planear la mejor distribución para el mobiliario y los accesorios, tomando en cuenta que la habitación del bebé es también el espacio en el que va a jugar, por lo que debe estar decorada y diseñada pensando en él.
Las recomendaciones básicas para organizar la habitación del bebé cuando tenemos espacios reducidos son las siguientes:
• Pintar las paredes de colores muy claros, de preferencia neutros. La mejor opción sin duda es el blanco, ya que este genera una sensación de amplitud y proporciona una mejor luminosidad.
• Cubrir las ventanas con cortinas sin plisar, de preferencia persianas, cortinas enrollables o romanas, ya que estas permiten una mayor entrada de luz exterior y ocupan un mínimo espacio en las paredes, sin reducir el entorno visual de la habitación del bebé.
• Colocar accesorios de diferentes formas y colores que estimulen los sentidos de tu bebé, sin llegar a la saturación, ya que esto puede sobre estimularle y generar problemas en su estado de ánimo.
• Comprar de inicio sólo la cuna y posteriormente adquirir otros muebles complementarios.
