Existen diferentes temas y colores que se pueden trabajar al momento de decorar la habitación de tus pequeños.
Cuando no sabemos el sexo del bebé que está por venir y deseamos mantener un ambiente unisex, no hay nada mejor como escoger colores neutros como el blanco, beige, café, arena, etc.
Sin embargo, cuando queremos más colorido en la habitación podemos utilizar otros tonos como el verde, amarillo, arena, naranja, etc., colores que no están relacionados directamente con el sexo del bebé.
Podemos emplear también el azul o incluso el lila como se muestra en la siguiente imagen, tratando de mantener un equilibrio adecuado entre lo previamente establecido para niñós o niñas.
Los temas más utilizados para este tipo de decoraciones suelen ser los animales de la selva, de la granja e incluso del mar, sobre todo cuando queremos que la decoración permanezca en el cuarto durante varios años.
Utiliza tu creatividad al máximo y permítenos ayudarte a crear espacios divertidos para tu bebé.
Estamos seguros de poder lograr tu satisfacción plena.
Las posibilidades son infinitas, sólo depende de ti.
El primer paso cuando se decide cuál será la habitación del bebé, es elegir el color que se quiere dar a las paredes y aunque la recomendación inicial que nosotros proponemos a nuestros clientes es elegir colores neutros, se puede optar por utilizar otros colores.
La opción más común es utilizar el rosa para las niñas y el azul para los niños, en tonos muy claros o pasteles. Sin embargo podemos ser más creativos y utilizar otros tonos y colores más encendidos como el rosa mexicano, azul turquesa, verde, rojo, lila, etcétera. La clave en el uso de estos colores es considerar el tamaño de la habitación del bebé y la iluminación natural con la que se cuenta.
Ahora bien, si la habitación del bebé es muy pequeña -menos de tres metros cuadrados- definitivamente el color más recomendable es el blanco, tanto en paredes como en el techo. Se puede dar un toque divertido aplicando colores claros en franjas delgadas únicamente en la pared principal.
Cuando la habitación del bebé es mediana –más de tres metros cuadrados menos de cinco- hay más libertad en cuanto al uso de colores, sin embargo la recomendación sería utilizar tonos claros o medios únicamente en las paredes, dejando el techo en color blanco o neutro.
Otra opción a considerar es pintar únicamente la pared principal sobre la cual estará dispuesta la cuna o la cama. En el resto de las paredes, aplicar tonos claros, de la misma familia de colores o bien utilizar otra para hacer el contraste.
Si la habitación es más grande de cinco metros cuadrados se puede considerar cualquiera de las opciones anteriores.
Cuando no sabemos el sexo del bebé que está por venir y deseamos mantener un ambiente unisex, no hay nada mejor como escoger colores neutros como el blanco, beige, café, arena, etc.
Sin embargo, cuando queremos más colorido en la habitación podemos utilizar otros tonos como el verde, amarillo, arena, naranja, etc., colores que no están relacionados directamente con el sexo del bebé.
Podemos emplear también el azul o incluso el lila como se muestra en la siguiente imagen, tratando de mantener un equilibrio adecuado entre lo previamente establecido para niñós o niñas.
Los temas más utilizados para este tipo de decoraciones suelen ser los animales de la selva, de la granja e incluso del mar, sobre todo cuando queremos que la decoración permanezca en el cuarto durante varios años.
Utiliza tu creatividad al máximo y permítenos ayudarte a crear espacios divertidos para tu bebé.
Estamos seguros de poder lograr tu satisfacción plena.
Las posibilidades son infinitas, sólo depende de ti.
El primer paso cuando se decide cuál será la habitación del bebé, es elegir el color que se quiere dar a las paredes y aunque la recomendación inicial que nosotros proponemos a nuestros clientes es elegir colores neutros, se puede optar por utilizar otros colores.
La opción más común es utilizar el rosa para las niñas y el azul para los niños, en tonos muy claros o pasteles. Sin embargo podemos ser más creativos y utilizar otros tonos y colores más encendidos como el rosa mexicano, azul turquesa, verde, rojo, lila, etcétera. La clave en el uso de estos colores es considerar el tamaño de la habitación del bebé y la iluminación natural con la que se cuenta.
Ahora bien, si la habitación del bebé es muy pequeña -menos de tres metros cuadrados- definitivamente el color más recomendable es el blanco, tanto en paredes como en el techo. Se puede dar un toque divertido aplicando colores claros en franjas delgadas únicamente en la pared principal.
Cuando la habitación del bebé es mediana –más de tres metros cuadrados menos de cinco- hay más libertad en cuanto al uso de colores, sin embargo la recomendación sería utilizar tonos claros o medios únicamente en las paredes, dejando el techo en color blanco o neutro.
Otra opción a considerar es pintar únicamente la pared principal sobre la cual estará dispuesta la cuna o la cama. En el resto de las paredes, aplicar tonos claros, de la misma familia de colores o bien utilizar otra para hacer el contraste.
Si la habitación es más grande de cinco metros cuadrados se puede considerar cualquiera de las opciones anteriores.
